Tradiciones
y Costumbres
Antropología
El término antropología proviene del griego ánthropos,
hombre, y logos, estudio. En su acepción literal y más
general se refiere al estudio del hombre y sus obras;
en términos más específicos, la antropología
estudia las costumbres, instituciones sociales y
sistemas culturales de los pueblos y la forma en que
éstos se relacionan e interactúan entre sí. La noción
y los campos de estudio de la antropología han venido
modificándose desde el siglo XIX debido a su propio
desarrollo como disciplina científica y las
posiciones sostenidas por las diferentes escuelas, en
especial la francesa, la inglesa y la norteamericana.
En la actualidad se distinguen comúnmente 2 grandes
ramas de investigación: la antropología social y la
arqueología. La antropología social engloba una gran
variedad de ramas como la etnografía y la etnología
(referidas específicamente a las sociedades
tribales), la antropología física, la lingüística,
la etnohistoria y la antropología cultural. La
arqueología es un campo de estudio, análisis y
reconstrucción de sociedades y culturas ya
desaparecidas mediante técnicas de campo basadas en
la excavación y recolección de muestras materiales.
La reciente diversificación de los campos de estudio
antropológico (antropología urbana, ecología
cultural, antropología de sociedades complejas) va
tornando inoperantes las primeras definiciones que
buscaban aglutinar diversos campos del quehacer
antropológico, para dar lugar a definiciones
relacionadas con un campo específico de estudio.
Siglo XIX
El origen de los modernos estudios antropológicos en
Venezuela se remonta al último tercio del siglo XIX,
momento en que un grupo de científicos e
intelectuales de muy diversa formación académica
comienza a compartir su interés profesional y
literario con la recopilación y producción de
información antropológica y etnológica. Estos
estudios fueron elaborados por intelectuales como
Gaspar y Vicente Marcano, Lisandro Alvarado, Tulio
Febres Cordero, Adolfo Ernst y Julio César Salas,
quienes desde una perspectiva marcadamente
evolucionista y positivista, realizaron descripciones
y elaboraron reconstrucciones históricas de los
principales grupos tribales que habitaron el
territorio venezolano, al mismo tiempo que produjeron
una serie de planteamientos de contenido
indigenista-nacionalista. En el campo de la arqueología,
los primeros trabajos conocidos corresponden a Adolfo
Ernst, quien llevó a cabo descripciones de
petroglifos y de colecciones arqueológicas
provenientes mayoritariamente de los Andes. En 1877
Vicente Marcano realizó las primeras excavaciones
sistemáticas en la cuenca del lago de Valencia, cuyos
resultados fueron publicados en París por su hermano
Gaspar Marcano entre 1889 y 1891.
Siglo XX
Simultáneamente con la labor desarrollada por estos
intelectuales, a comienzos del presente siglo se
realizaron en el país las primeras expediciones
destinadas a establecer un contacto académico directo
con sociedades indígenas no asimiladas a la sociedad
nacional. Las expediciones de Theodor Koch-Grünberg
realizadas entre 1903-1905 y 1911-1913 le permitieron
estudiar de manera sistemática a grupos caribe y
yanomami, en tanto que la expedición de Alfredo Jahn
se tradujo en una completa descripción publicada en
1927 bajo el título Los Aborígenes del occidente de
Venezuela, sobre los grupos motilón, paraujano y
goajiro, de esa parte del país. Estos trabajos
ampliaron la abundante información etnológica
producida por misioneros establecidos entre grupos
tribales desde el período colonial. Otro esfuerzo
pionero en el desarrollo de la disciplina fue la
creación en 1905 de la primera cátedra de Antropología,
la cual fue regentada por el médico Elías Toro y se
dictó a los alumnos de medicina de la Universidad
Central de Venezuela bajo el nombre de Antropología
General y de Venezuela Precolombina; esta cátedra dio
origen a un libro del mismo título, publicado en
1906, el cual puede ser considerado el primer trabajo
de antropología general escrito por un venezolano que
haya sido editado en el país. También en las
primeras décadas del siglo se incrementan las
investigaciones arqueológicas. Lisandro Alvarado,
Gaspar Marcano, Luis Oramas y Julio César Salas entre
otros, publican obras que combinan la evidencia
arqueológica con la reconstrucción histórica de los
grupos tribales venezolanos, aunque las mismas
conservaban el carácter esencialmente descriptivo común
a los trabajos de finales del siglo XIX. El efecto
multiplicador de estos intelectuales se tradujo en un
primer intento de agrupación, al ser creada bajo el
impulso de Salas en 1918 la Sociedad Venezolana de
Americanistas y Estudios Libres. Esta sociedad editó
la revista De Re Indica, la cual estuvo destinada a la
divulgación de «…investigaciones y estudios de
antropología, etnología y otras ciencias
relacionadas…» Aun cuando la vida de la sociedad y
de la revista fue breve, ambas propiciaron la discusión
y divulgación de las ideas antropológicas en el ámbito
intelectual de la época. En la década de 1930, visitó
el país una expedición organizada por la Universidad
de Pensilvania, de la cual formó parte Vincenzo
Petrullo, quien realizó importantes estudios sobre
los yaruros. Esta expedición marcó el inicio del
interés de universidades norteamericanas por el
estudio de los grupos tribales venezolanos. Aquella década
fue igualmente importante en el desarrollo de la
investigación arqueológica. En 1930, Rafael Requena
patrocina nuevos estudios en la cuenca del lago de
Valencia, invitando a 3 arqueólogos norteamericanos:
Wendell Bennett, Cornelius Osgood y Alfred Kidder II,
quienes van a realizar los primeros trabajos arqueológicos
sistemáticos. Como resultado de estas investigaciones
se señalaron nuevos sitios arqueológicos, se
introdujo el uso del método de la estratigrafía métrica
y se produjo el primer intento de explicación del
poblamiento de Venezuela prehispánica, esto último
debido a las hipótesis propuestas por Kidder.
Desarrollo y consolidación
La década de 1940 fue particularmente relevante para
el desarrollo de la antropología en Venezuela. En
1943 fue creado el grupo de Caracas de la Sociedad
Interamericana de Antropología y Geografía, donde se
reunieron intelectuales como Gilberto Antolines,
Walter Dupouy, Luis Oramas y Tulio López Ramírez,
cuyos trabajos, orientados esencialmente hacia el
campo etnológico e indigenista, fueron ampliamente
divulgados en las revistas Acta Venezolana y Revista
Nacional de Cultura, las cuales constituyeron el
principal medio de divulgación de la ideas antropológicas
durante las décadas de 1940 y 1950. Un año después,
en 1944, es creado un departamento de Antropología en
la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, bajo el
impulso de fray Cesáreo de Armellada. Finalmente, en
1947 Miguel Acosta Saignes funda un departamento de
Antropología en la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad Central de Venezuela y en ese mismo año
se establece en dicha facultad una cátedra de
Antropología General. La edición en esa década del
Handbook of South American Indians de Julian Steward
constituyó un nuevo aporte al desarrollo de la
disciplina, ya que el mismo puso de manifiesto las
insuficiencias del conocimiento sobre los grupos
tribales contemporáneos en Venezuela, sirviendo de
orientación a la investigación posterior. A
comienzos de la década de 1940 el Institute of Andean
Research patrocina investigaciones arqueológicas que
son realizadas por Cornelius Osgood y George Howard.
Ambos investigadores llevan a cabo una exploración
sistemática de sitios arqueológicos, así como de
colecciones privadas y de museos. Los resultados
fueron publicados en 1943 en un volumen titulado An
Archæological Survey of Venezuela, donde se puso de
manifiesto la riqueza y variedad del patrimonio
arqueológico venezolano. En dicho estudio los autores
postulan además la teoría de la H, la cual tuvo una
importancia decisiva en la explicación del
poblamiento prehispánico del actual territorio de
Venezuela. La institucionalización definitiva de la
antropología en el país se produjo en 1953 con la
creación de la escuela de Sociología y Antropología
de la Universidad Central de Venezuela. Paralelamente,
la investigación de campo en sociedades tribales se
multiplicó aceleradamente a partir de los trabajos de
Johannes Wilbert entre los waraos del caño Winikina,
de Otto Zerries entre los yanomamis del alto Orinoco y
de Anthony Leeds entre los yaruros del estado Apure.
Asimismo, en 1956 se produce un nuevo esfuerzo de
institucionalización cuando es creado, bajo el
impulso de J. Wilbert, el Instituto Caribe de
Antropología y Sociología de la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle. Desde ese mismo año comienza a
editarse la revista Antropológica y en 1982 la
Universidad de Los Andes edita el Boletín Antropológico,
los cuales constituyen las únicas publicaciones
especializadas en esta disciplina existentes
actualmente en el país. A otro nivel, a partir de esa
década le son asignadas a la disciplina sesiones
propias en las asambleas anuales de la Asociación
Venezolana para el Avance de la Ciencia (ASOVAC).
También recibe la arqueología un nuevo impulso como
resultado de los trabajos realizados por José M.
Cruxent e Irving Rouse, quienes en 1958 publican la
obra An Archaeological Chronology of Venezuela,
traducida al castellano en 1961, la cual ha
constituido una obra de consulta obligada en el campo
de la arqueología venezolana. A fines de esa misma década
los primeros antropólogos y arqueólogos
profesionales comienzan a egresar de la escuela de
Sociología y Antropología de la Universidad Central
de Venezuela y a partir de ese momento la investigación
va a ser realizada fundamentalmente por estos
profesionales formados en el país. Durante la década
de 1960, además de las investigaciones llevadas a
cabo por antropólogos venezolanos, se multiplicaron
los estudios sobre sociedades tribales por parte de
investigadores de diversas universidades
norteamericanas y europeas. El esfuerzo más
resaltante en este sentido fue el realizado por J.
Wilbert a través del Venezuelan Indian Proyect, del
Latin American Center de la Universidad de California,
Los Ángeles. Un nuevo impulso al establecimiento
institucional de la disciplina se produce en 1960, año
en que se crea el departamento de Antropología en el
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
(IVIC) bajo el impulso y orientación de José M.
Cruxent. Este departamento centró su desarrollo
inicial alrededor de la investigación arqueológica y
etnológica. Las décadas de 1950 y 1960 fueron, pues,
un período de definitiva consolidación de la
antropología científica en Venezuela y este proceso
se acentuó aún más en la década de 1970 con el
inicio, en 1974, de los estudios de postgrado en
antropología en el IVIC. Al mismo tiempo, nuevas líneas
de investigación comenzaron a desarrollarse en torno
a los estudios de cambio de las sociedades campesinas,
las migraciones internas y la urbanización, en tanto
que otras ramas de la disciplina como la antropología
física y la lingüística alcanzaron un desarrollo
importante. En el caso de la arqueología, mediante la
diversificación y ampliación de las investigaciones
y por la publicación en 1974 de la obra de Mario
Sanoja e Iraida Vargas Antiguas formaciones y modos de
producción venezolanos, la cual expresa fielmente la
corriente metodológica llamada arqueología social en
contraste con la corriente impulsada por Cruxent y
Rouse, siendo ambas las líneas teórico-metodológicas
que han orientado la investigación arqueológica
contemporánea en Venezuela. Todas estas aperturas temáticas
han sido impulsadas por las nuevas promociones de
antropólogos egresados de la Universidad Central de
Venezuela, por los estudiantes de postgrado egresados
del IVIC y por profesionales que completaron su
formación académica en universidades extranjeras, así
como por otras unidades de investigación existentes
en el interior del país, entre las cuales es una de
las más representativas el departamento de Antropología
de la Universidad de Los Andes. Los más recientes
desarrollos se orientan a la profundización y
diversificación de los nuevos campos de investigación
iniciados en la década de 1970. Así, las comunidades
de migrantes, el cambio tecnológico en las sociedades
campesinas, los sistemas médicos tradicionales y
modernos, los sistemas ecológicos y de población,
los componentes africanos en la cultura venezolana, la
identidad nacional, la etnohistoria y la arqueología
de rescate se han constituido en objeto de interés de
la investigación reciente en el país. Asimismo,
nuevos esfuerzos de agrupación se han producido con
la creación en 1981 de la Asociación Venezolana de
Arqueología. Todos estos desarrollos recientes deben
entenderse como una respuesta alternativa y de
renovación ante el agotamiento relativo de los temas
tradicionales de estudio antropológico y frente a las
cambiantes condiciones de la sociedad nacional. En la
actualidad, la antropología en Venezuela se presenta
dotada de una adecuada infraestructura académica y de
investigación e inmersa en un proceso de renovación
que deberá traducirse en respuestas novedosas a la
problemática teórico-metodológica de la disciplina
y a los intensos procesos de cambio sociocultural que
experimenta la sociedad venezolana
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